Cómo Cambiar la Percepción Que los Demás Tienen de Ti: Ideas y Pasos Prácticos

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¿Has intentado cambiar algo en ti sólo para descubrir que, a pesar de tus mejores esfuerzos, tus colegas o familiares todavía te perciben de la misma manera? ¿No es frustrante invertir tanto tiempo y energía en desarrollar un nuevo comportamiento o habilidad, sólo para descubrir que no resuena con los demás?

Muchos/as de nosotros/as podemos identificarnos con el siguiente escenario: Recibimos los resultados de una evaluación 360. Nuestros colegas piensan que somos inteligentes, les gusta trabajar con nosotros/as y piensan que somos un líder fuerte. Sin embargo, la mayoría coincide en que deberíamos escuchar mejor. ¿Qué? ¿Y esta sorpresa? Nuestro primer pensamiento es: “Todo lo que hago todos los días es escuchar a estas personas. ¿Qué más quieren de mí?”

Este es el asunto: la percepción es realidad. Independientemente del esfuerzo que creamos que estamos haciendo si los demás no perciben el comportamiento deseado, es como si no lo estuviéramos haciendo en absoluto.

“No hay ninguna verdad. Sólo hay percepción.” Gustave Flaubert, novelista francés

Según Marshall Goldsmith en su libro What Got You Here Won’t Get You There, cambiar la percepción que los demás tienen de nosotros/as y de nuestro comportamiento es más desafiante que cambiar el comportamiento en sí. Necesitamos mejorar al 100% para obtener el 10% del crédito de nuestros/as colegas de trabajo. ¡Qué dolor!

Esto se debe a algo llamado disonancia cognitiva, la incomodidad, tensión o ansiedad que experimentan los individuos cuando sus creencias o actitudes entran en conflicto con lo que hacen.

Entonces, ¿estamos condenados a intentar continuamente y conseguir sólo un ligero cambio en la percepción de los demás? No. Marshall Goldsmith sugiere que comunicar abiertamente nuestros esfuerzos por cambiar aumenta significativamente la probabilidad de mejorar la percepción que los demás tienen de nosotros/as. Empieza a hacer campaña de ti mismo/a.

“Hay cosas conocidas y cosas desconocidas, y en el medio están las puertas de la percepción.” Aldous Huxley, escritor y filósofo inglés

Puedo sentir cómo algunos/as se retuercen en el asiento mientras contemplan la idea de difundir sus esfuerzos.

Sí, debes decirle a la gente que estás intentando cambiar. No una, ni dos, ni tres veces. Tantas veces como sea necesario para cambiar la percepción que los demás tienen de ti.

La belleza de este enfoque reside en su simplicidad: simplemente mantenemos a los demás informados sobre el trabajo que estamos haciendo para mejorar nuestro comportamiento.

He aquí algo más que Marshall Goldsmith explica en su libro What Got You Here Won’t Get You There: Cuando buscamos activamente el parecer de aquellos cuyas opiniones nos importan, la probabilidad de cambiar su percepción aumenta significativamente. Empiezan a prestar atención para ver si estamos actuando según sus sugerencias. Ahora son parte de la solución y, en cierta medida, están recorriendo el camino con nosotros/as.

Entonces, ¿cómo podemos manejar las percepciones en el trabajo de una manera que sea auténtica para nosotros/as?

1) Pide disculpas y busca apoyo

Usando el ejemplo de no ser un buen oyente, reúne a tu equipo y hazles saber que escuchaste los comentarios. Diles que lamentas haberles hecho sentir como si sus ideas no importaran (esa no era tu intención) y que harás todo lo posible para convertirte en un mejor oyente.

Reclútalos para que te ayuden. Podrías preguntarles: “¿Qué cualidades buscas en un buen oyente?” O “Si estuvieras en mi lugar, ¿por dónde empezarías a aprender esta habilidad?”

Cuando respondan, la única palabra que puedes decir es “gracias.”

2) Comunica constantemente tus esfuerzos

Incorpora una rutina diaria para mencionar en qué estás trabajando y qué estás haciendo para mejorar. Aún mejor si se lo dices a una de tus partes interesadas. Puede ser de manera casual, en una reunión de equipo o en conversaciones individuales con tu jefe o reportes directos.

En el ejemplo de la habilidad de escuchar, podrías mencionarle a un colega: “Oye, Paula, he estado probando tu sugerencia de usar una señal para indicar que escucho activamente. Creo que está funcionando.”

3) Continúa buscando orientación

Solicita un nuevo consejo o perspectiva cada una o dos semanas para mantener el impulso en tu camino de mejora. Esto tendrá el beneficio adicional de brindarte un posible tema de conversación mientras buscas entablar relación con otros colegas. Y además tendrás información para mencionar al comunicar tus esfuerzos para mejorar.

Por ejemplo, durante una reunión con un nuevo colega, después de intercambiar información profesional, considera preguntar: “Estoy trabajando para mejorar mis habilidades para escuchar. ¿Qué funciona mejor para ti?”

4) Piensa maratón, no sprint

Te tomó varios años crear la reputación que ahora tienes, incluyendo tus defectos como no saber escuchar.

Tu objetivo a largo plazo es mejorar tanto en un área específica como la percepción que otros tienen de ese comportamiento hasta que deje de ser una prioridad.

Crea métricas para el corto plazo e incluso juegos para mantener la motivación. Si lo tuyo son las hojas de cálculo y los informes, puedes crear un panel para medir tu progreso. O pedirle a alguien que sea tu partner a quien reportarle las acciones realizadas.

Lo más importante es la constancia y no la perfección. Si te perdiste un día o una semana, reinicia. Todo el mundo recae en viejos hábitos; los valientes se sacuden el polvo y recomienzan.

“La percepción precede a la realidad.” Andy Warhol, artista, director de cine y productor estadounidense

Una cosa más antes de irte

Es posible cambiar la forma en que nos perciben los demás, pero requiere un esfuerzo constante a lo largo del tiempo.

Invertir tiempo y energía en mejorar nuestras habilidades y comportamientos, así como promover activamente estos cambios, produce beneficios a largo plazo.

Si queremos utilizar nuestro yo mejorado para el bien de los demás, también debemos actualizar su percepción. De lo contrario, seguirán percibiendo versiones obsoletas de nosotros/as mismos/as y nuestros esfuerzos de mejora habrían sido en vano.

Utilizando el ejemplo de convertirse en un mejor oyente, ¿por qué decidiste tomar la retroalimentación y mejorar esta habilidad y comportamiento? ¿Cuál es tu propósito final? Quizás quieras conectarte más profundamente con tu equipo, amistades y/o familiares. O deseas convertirte en un mejor líder para aumentar tu alcance de influencia. Para realizar tu propósito final, las personas deben ver y percibir tus habilidades y comportamiento mejorados.

Discúlpate por tus defectos, pide ayuda, comparte tus esfuerzos por mejorar y prioriza la constancia sobre la perfección.

¿Cómo planeas comunicar tu progreso? Por favor, déjanos saber en los comentarios.

Como coach de liderazgo, posibilito que el talento logre metas audaces con altos estándares. Mi misión es empoderar a mujeres poco representadas en la industria financiera en la transición de puestos de liderazgo de nivel medio a superior ejercitando la mente para lograr el máximo rendimiento, paz mental y mejores relaciones.

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