Cómo Convertirse En Un Mejor Maestro Y Estudiante De La Vida

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Hace un par de semanas, organicé un brunch para un grupo de amigas. Entre otros temas hablamos sobre nuestros trabajos y carreras. Una de ellas nos dijo que no sabía por qué, pero que no estaba entusiasmada con su nuevo puesto.

Como si un director de orquesta invisible nos hubiera dado la señal, cada una de nosotras nos turnamos para hacerle preguntas: ¿Qué te gusta de este trabajo? ¿Cómo es la relación con tus colegas, equipo y gerente? ¿Qué parte del trabajo es aburrida? Por cierto, ¿qué proyecto tienes ahora en tu apartamento?

Cuando mi amiga escuchó la última pregunta, su rostro se iluminó. El ritmo de sus palabras se volvió más animado, su cuerpo se inclinó hacia adelante y tenía una gran sonrisa en su rostro. Ella bromeó sobre cómo su apartamento parecía una construcción.

Nosotras, y lo más importante ella, teníamos la respuesta de por qué no disfrutaba de su nuevo trabajo. La respuesta a la pregunta de ‘¿qué quiero hacer ahora?’ quedó muy claro para ella.

“El propósito de una relación es recordarnos más quiénes somos… en ‘relación’ con otra persona.” Bruce D. Schneider, autor

¿Cuántas veces has dicho ‘No sé’ hoy? No sé lo que quiero comer. No sé si este es el trabajo adecuado para mí. No sé qué quiero hacer con mi vida. ¿Escuchas el lloriqueo o soy yo?

‘No sé’ es tan omnipresente que se ha convertido en una muletilla. En muchos casos, es nuestra respuesta por defecto cada vez que alguien nos hace una pregunta. O decimos cosas como ‘No sé si esto es lo que quieres decir, pero…’, o ‘No sé, déjame ver qué puedo averiguar’.

No sé‘ tiene dos definiciones: a) no tener información o conocimientos específicos – por ejemplo, no sé cómo escribir código; b) una forma de expresar desacuerdo o duda. Es este último el que tendemos a usar más.

Cada uno/a de nosotros/as tiene una fuente infinita de sabiduría y conocimiento que tristemente escondemos detrás de un ‘no sé’. Constantemente dudamos de nosotros/as mismos/as y de nuestra capacidad para lograr nuestros objetivos. Al mismo tiempo, tenemos muchas pruebas que demuestran que somos capaces de hacer cosas asombrosas. Piensa en los años de educación, matrimonio, maternidad/paternidad, carrera… y aquí estamos, con arrugas, pero no quebradas/os.

¿Cómo adquirimos el conocimiento para tachar el ‘no sé’ de ciertos aspectos de nuestra vida? ¿Cómo nos dimos cuenta de las cosas? Mediante. Otra. Persona.

“Cada persona que conocemos es nuestra maestra y alumna.” Principio básico de iPEC

Cada persona que llega a nuestra vida tiene una misión específica: nos enseña algo y aprende algo de nosotros/as. Esto es cierto tanto para las personas con las que interactuamos en la vida real como para aquellas que no conocemos personalmente, como autores, oradores, figuras públicas, etc.

Cuando entramos en la vida de otra persona, le enseñamos algo y aprendemos algo de ella.

Esto es lo que pasó con mi amiga. A través de la conversación y las preguntas de otras personas, aprendió algo nuevo y cada una de nosotras le enseñó algo. También aprendí durante esa interacción: a notar e indicar el cambio en su comportamiento (lenguaje corporal, tono de voz, expresión facial).

Atraemos personas a nuestras vidas por una temporada, toda la vida o incluso unas pocas horas, y siempre para una experiencia de aprendizaje bidireccional. Constantemente agregan algo a nuestra vida. Como mínimo, aprendemos sobre nosotros/as mismos/as, especialmente si tenemos una alta auto conciencia.

“Nuestra sabiduría interior es persistente, pero tranquila. Siempre susurrará, pero nunca dejará de llamar a tu puerta.” Vironika Tugaleva, autora

¿Cómo podemos llegar a ser mejores maestros/as para los demás, así como mejores estudiantes?

1) Respeto

Cada uno/a de nosotros/as tiene una sabiduría interior infinita por lo que queremos respetar eso en la otra persona.

Cuando hacemos comentarios desdeñosos como ‘Eres demasiado joven para saber qué es la vida’ o ‘No hay nada que puedas hacer al respecto’, estamos restando importancia a la capacidad de la otra persona para acceder a su conocimiento.

El hecho de que tengamos incontables experiencias o hayamos leído miles de páginas sobre un tema en concreto no significa que tengamos todas las respuestas y que la otra persona no tenga nada que aportar. ¿Cuántas veces el/la pasante ha hecho una pregunta buscando entender algo que ha hecho que los/as líderes senior se paren en seco?

Si estás transmitiendo conocimiento, hazlo desde la perspectiva de compartir vs. imponer – ‘Esto es lo que se ha comprobado o estudiado hasta ahora’, ‘Probé este método, y estos fueron los resultados’.

En los pocos casos en que se deba hacer algo siguiendo pasos específicos, hazle saber a la otra persona las razones por las que aún no es posible desviarse del proceso establecido.

Permite que las personas conozcan los posibles resultados de sus acciones según tu experiencia o las reglas establecidas. Por ejemplo, cuando asesores a un miembro junior del equipo sobre cómo prepararse para una presentación, puedes decirle que anticipe y se prepare para tantas preguntas como sea posible. De lo contrario, existe el riesgo de salir de la reunión sin una decisión.

2) Curiosidad

Me encanta hacer preguntas. Esta es una de las razones por las que ser coach es una segunda carrera natural para mí.

La belleza de la curiosidad es que va en ambos sentidos: podemos sentir curiosidad por otras personas y por nosotros/as mismos/as.

Para ayudar a otros a encontrar sus respuestas o crear conciencia, hazles preguntas como ‘¿qué has intentado en el pasado?’ o ‘¿qué harías si no tuvieras nada que perder?’

Fue a través de nuestras preguntas que ayudamos a mi amiga a identificar la fuente de su insatisfacción con su trabajo actual y una futura carrera potencial más satisfactoria para ella.

3) Enfócate en el proceso y no en el resultado

A muchos/as de nosotros/as nos encanta dar consejos y a veces nos duele si la otra persona decide no seguirlos. La ironía es que nosotros/as tampoco cumplimos con todos los consejos que recibimos. Ignoramos a nuestros padres, amistades, jefes y trazamos nuestro propio camino.

Podemos estar de acuerdo en que el camino tiene mucho más valor que el destino final. El proceso de conseguir un ascenso nos enseña más acerca de nuestra empresa, habilidades, cómo influir en los demás, etc. que conseguir el ascenso.

Por eso me cuesta ‘ver las pérdidas’ en mi vida. No me malinterpreten: muchas etapas son escatológicas. Cada momento se siente como caminar sin protección en temperaturas extremas. Haríamos cualquier cosa para eliminar, o al menos adormecer, el dolor.

Pero cuando estamos del otro lado, muchas veces terminamos agradecidos/as por el séptimo círculo del infierno que acabamos de atravesar.

Si la otra persona sigue tu consejo o no, es irrelevante. El hecho de que hayas compartido tu conocimiento como una de las muchas formas de abordar una situación específica garantiza que la información desencadenará algo en el destinatario que le permitirá acceder a su sabiduría interior.

“6+3=9 y también lo es 5+4. La forma en que hacemos las cosas no siempre es la única manera de hacerlas. Respetemos la forma de pensar de los demás.” Desconocido

Las palabras importan, así que comencemos a eliminar la muletilla ‘No sé’ de nuestro vocabulario. Podemos reemplazarla con pensamientos directos. Hoy voy a almorzar una ensalada. Me siento entusiasmada con el trabajo al que apliqué; quiero saber más. Quiero ser feliz mientras esté en este planeta; la música me hace feliz; ¿Cómo puedo hacer más de eso?

La forma en que abordamos la vida, ejecutamos ciertas actividades incluso en nuestras áreas de ‘experiencia’, o juzgamos ciertas cosas como buenas o malas son una de millones de perspectivas. Imponer ‘nuestra manera’ es limitar a todos los involucrados. Nos perdemos de lo que otras personas nos puedan enseñar y sofocamos la innovación. Frank Sinatra dijo: ‘Lo hice a mi manera’ y no ‘hazlo a mi manera’.

Reúne el coraje y la curiosidad para hacer preguntas que inviten a la reflexión y a obtener sabiduría de nosotros/as mismos/as y de los/as demás. ¿Qué harías tú/yo si no tuvieras nada que perder? ¿Qué te/me detiene? ¿Qué estás/estoy dispuesto/a a hacer (o sacrificar) para lograr tu/mi objetivo?

¿Cómo eres un maestro y un estudiante con cada persona que conoces? Por favor, déjanos saber en los comentarios.

Como coach de liderazgo, posibilito que el talento logre metas audaces con altos estándares. Mi misión es ayudar a mujeres poco representadas en la industria financiera en la transición de puestos de liderazgo de nivel medio a superior creando conciencia, aumentando la inteligencia emocional y revelando las herramientas y opciones disponibles para ellas.

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