Cómo Evitar Que el Tiempo Pase tan Rápido
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La filosofía no es un tema que suelo estudiar en profundidad. Sin embargo, recientemente me volví a conectar con unas amistades que están en este tema, así que lo agregué a mi lista para saber más.
Empecé con un filósofo moderno, Byung-Chul Han. En su libro El Aroma del Tiempo (The Scent of Time) habla de cómo hemos perdido los intervalos o transiciones entre dónde estamos y hacia dónde queremos ir.
Su opinión es que debido a que los eventos en nuestras vidas ocurren tan rápido, no hay espacio entre ellos, nos falta el valor del intervalo o el tiempo intermedio.
La forma en que lo entiendo es que no nos estamos tomando el tiempo para experimentar cada evento y sentimos mucha incomodidad con la demora que tiene lugar cuando estamos en la transición de un suceso al siguiente. Entonces, llenamos ese momento de transición con otro asunto; no hay pausa.
Sé que me siento molesta con la transición. Cuando miro hacia atrás, ahora sé que no utilicé los muchos cambios importantes que he tenido. Esta es la primera vez que realmente aprovecho la oportunidad para sentirme incómoda en mi evolución actual.
Estoy en medio del puente. Sé de dónde vengo, estoy muy familiarizada con ese espacio. No sé qué hay al otro lado del puente. Puede ser maravilloso o terrible. En este punto, en el medio del puente, puedo regresar a lo familiar o continuar hacia lo desconocido.
Este momento es a la vez emocionante y aterrador. Sólo en el paseo por el puente me conozco a mí misma. Al decidir cada día si volveré o si seguiré adelante, descubro algo nuevo sobre mí. O una emoción que fue empujada hacia el fondo vuelve a la superficie y ahora puedo procesarla.
Lo único que lamento es la cantidad de tiempo y energía desperdiciados en siempre apresurarme hacia algo. Durante las transiciones pasadas, estaba tan inquieta en el limbo que me volqué en hacer (siempre hacer) para evitar las emociones (de cualquier tipo) y el autodescubrimiento que podían traer tanto sorpresas agradables como desagradables.
Después de todo este tiempo, el hacer finalmente me alcanzó dejándome exhausta, perdida y confundida. Al principio me sentí obligada a hacer una pausa, a estar en el intervalo.
Muy rápidamente decidí que necesitaba estar en la calma, cruzar el puente y concentrarme en el camino y no en el destino. Esta decisión ha sido extremadamente liberadora. Ha cambiado por completo la forma en que abordo mi carrera, mis relaciones y la vida en general. El camino es tan hermoso (si no más a veces) como el punto de llegada.
Una de mis frases favoritas en el libro El Aroma del Tiempo es ‘la pura orientación hacia la meta priva al espacio intermedio de todo significado, vaciándolo para convertirse en un corredor sin ningún valor propio.’
Nuestra sociedad le da tanta importancia al resultado final (dinero, posición, poder, etc.) que no es de extrañar que asociemos lo intermedio con un sentimiento fastidioso similar al miedo a lo desconocido (que hasta cierto punto es exactamente eso).
Byung-Chul Han explica que debido a que los eventos suceden tan rápido y todo está documentado (es decir, podemos traer casi cualquier cosa del pasado al presente) ‘la experiencia de hoy se caracteriza por el hecho de que es muy pobre en las transiciones.’
Por lo general, se necesita un evento que nos cambie la vida, como la pérdida del trabajo, una enfermedad, tener hijos o perder a alguien, para que tengamos una transición forzada. ¿Y qué hacemos con ella? Intentamos deshacernos de ese intermedio tan pronto como sea posible, generalmente entrando en acción.
Entonces, ¿cómo cambiamos nuestra mentalidad y aprendemos a disfrutar de la transición, el tiempo y el espacio intermedio?
1) Aumenta la conciencia
La práctica de la atención plena (mindfulness) aumenta directamente nuestra conciencia. Queremos observar nuestras emociones sin juzgarlas e, igualmente importante, sin evitarlas.
Por experiencia, sé que cuanto más luchamos contra una emoción, más insiste en quedarse y/o volver.
El aumento de la conciencia nos ayuda a darnos cuenta de cuándo nos volcamos hacia el ‘hacer’ para escapar de nuestra realidad actual.
“Hasta que hagas consciente al inconsciente, éste dirigirá tu vida y lo llamarás destino.” C.G. Jung
2) Aprende a aceptar la incomodidad
Los seres humanos estamos programados para deshacernos de cualquier malestar asociado al estrés. Es ese cableado el que le ha permitido a nuestra especie sobrevivir todo este tiempo.
Desafortunadamente, nuestro cerebro no ha evolucionado lo suficiente como para distinguir entre un factor de estrés verdaderamente mortal y uno fabricado. Practicar la atención plena nos ayuda a hacer la distinción entre estos dos tipos de factores estresantes.
Una vez que nos damos cuenta de que nuestro estrés es fabricado, podemos usar una serie de herramientas y métodos para calmarnos y liberar el estrés más rápido.
“No vemos las cosas como son, las vemos como somos.” Anaïs Nin
3) Curiosea
Con frecuencia me veo ahora en medio del puente. En este punto, puedo volver fácilmente a lo familiar. Y al mismo tiempo, me sigo diciendo a mí misma ‘ya lo conoces. ¡Veamos qué hay del otro lado!’
Es un diálogo interno continuo. Una parte de mí, la curiosa, quiere ver lo que hay al otro lado. La otra parte, la que intenta mantenerme a salvo dice ‘¿y si no nos gusta estar ahí?’ Es una negociación constante para que la ‘curiosa’ siga progresando.
En el momento de escribir este artículo, continúo estimulando mi curiosidad y observando mi reacción y mis sentimientos una vez que se presenta el resultado.
“Disfruta cada paso que das. Si tienes curiosidad, siempre hay algo nuevo por descubrir en el trasfondo de tu vida diaria”. Roy T. Bennett, The Light in the Heart
Cada evento y cada persona en nuestras vidas están aquí para ayudarnos a aprender y descubrir algo sobre el mundo, nuestra perspectiva o nuestra alma.
La mayoría nos perdemos la lección una y otra vez porque estamos tan ‘ocupados’ haciendo que no nos tomamos el tiempo para estar (es decir, para observar y reflexionar).
En el trabajo y en nuestras carreras, queremos proporcionar resultados visibles e inmediatos – la promoción, más clientes, un negocio secundario, etc.
En las relaciones con otras personas, queremos saber rápidamente dónde estamos con ellas, qué hay para nosotros/as o qué tan rápido podemos deshacernos de ellas.
Estoy en el camino de estar presente en mis relaciones. A veces esa presencia es de cinco minutos, otras de varias horas. Y he descubierto que me conecto más profundamente con la gente, estoy más relajada y encuentro más significado y lecciones en cada interacción.
Por supuesto, no todo es color de rosa. Vuelvo a los viejos hábitos y comportamientos con mucha frecuencia. Mi mente quiere apresurarse todo el tiempo. La diferencia es que ahora puedo tener un diálogo interno productivo, calmarme y aprender una vez más a disfrutar los intervalos, el tiempo intermedio.
¿Qué piensas sobre los intervalos? ¿Cómo los manejas? Por favor déjanos saber en los comentarios. Puedes escribir en español, inglés, portugués o francés.
Como coach de liderazgo, posibilito que el talento logre metas audaces con altos estándares. Mi misión es ayudar a las mujeres en la transición de puestos de liderazgo de nivel medio a superior creando conciencia, aumentando la inteligencia emocional y revelando las herramientas y opciones disponibles para ellas, para que puedan realizar y desarrollar su máximo potencial.