Cómo Romper la Inercia

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La inercia puede ser algo tanto maravilloso como limitante. Cuando tenemos hábitos o rutinas productivas, la inercia trabaja a nuestro favor. Pero cuando necesitamos pasar de la inacción a la acción, podría ser, entonces, un obstáculo.

La inercia es una tendencia a no hacer nada o permanecer sin cambios; falta de movimiento o actividad, especialmente cuando se desea o se necesita movimiento o actividad; o una sensación de no tener la energía o el deseo requerido para moverse, cambiar, etc.

El inicio mismo de una actividad es lo más difícil. Aquí es donde engaño a mi cerebro, hablo conmigo misma, creo un ritual inicial o simplemente comienzo algún tipo de acción. Una vez que ya estoy haciendo la actividad específica, el lado positivo de la inercia me mantiene en movimiento y, con frecuencia, en flujo.

Nuestras metas suenan muy bien en nuestras cabezas y se ven increíbles en el papel. Definir qué queremos obtener o hacia dónde queremos llegar es un paso absolutamente necesario y crucial. No hay punto de partida sin él. Pero eso no es suficiente. Una vez definidos los objetivos, queremos alcanzarlos. Y para hacer eso, debemos mover nuestro trasero y entrar en acción.

Hacer aquellas actividades que nos van a acercar a nuestro objetivo aun cuando no tenemos deseo es una habilidad de inteligencia emocional asociada a la autogestión.

Digamos que quieres buscar y conseguir otro trabajo. Uno de los primeros pasos es actualizar tu currículum. Esa tarea puede resultar muy tediosa, especialmente si no lo has actualizado durante un tiempo.

Cuando pensamos en el tiempo y el esfuerzo que se necesita para tener una versión actualizada y decente de nuestro currículum, nuestro cerebro se abruma y desistimos de la tarea o la posponemos para más adelante. El desafío es empezar. Una vez que estemos frente a la computadora en el fluir de las cosas, continuaremos hasta tener un borrador sólido o un producto final.

Entonces, ¿qué podemos hacer? Hay diferentes formas de pasar de no hacer nada a comenzar una tarea específica. Es posible que desees experimentar con algunos de estos tips, inventar otros y adaptar los que mejor funcionen para ti.

“La vida salta como un géiser para quienes perforan la roca de la inercia”. Desconocido

1) Crea un ritual

Este método funciona muy bien para crear hábitos o rutinas. Genera la señal que nuestro cerebro necesita para iniciar la acción asociada con esa señal.

Escribo todos los días. Hago esto por la mañana con una taza de té. Mi ritual es que antes de comenzar a escribir, pongo la tetera a hervir mientras busco mi documento, establezco la pauta que voy a usar ese día y me preparo mentalmente para escribir.

Realizar los pasos y tomar el té le indica a mi cerebro que estoy lista para comenzar a escribir. Una vez que escribo las primeras palabras, estoy montada en la inercia de la tarea y puedo continuar hasta terminar el borrador de ese día.

2) Descarga de la cabeza al papel

Me encanta hacer listas (¡gracias, mami!). Me gusta poner todas las tareas asociadas con una actividad general en papel sin ningún orden específico al principio.

Esto me ayuda a pensar en todo lo que necesito hacer para completar un proyecto o una meta. Al ponerlo todo en papel, no olvido nada y le indico a mi cerebro que mantenga este proyecto en el radar hasta su finalización.

Por ejemplo, cuando planeo unas vacaciones familiares, mi lista incluirá elegir el destino, definir el itinerario, comprar los boletos, reservar el hotel, etc. Una vez que tenga todos los elementos fuera de mi cabeza en listas, entonces puedo elegir cuál quiero abordar primero.

A veces puedo comenzar con uno simple, lo que hace que sea más fácil entrar en el ritmo de las cosas. Y a veces hay un primer paso obvio como elegir el destino del viaje.

3) Cómete el elefante

¿Cómo te comes un elefante? Un bocado a la vez.

Lo mismo ocurre con los grandes proyectos. Volvamos al ejemplo del currículum. Los bocados para esa actividad podrían ser agregar contenido nuevo, corregir, cambiar de formato, etc.

Para empezar, podríamos decidir agregar contenido nuevo, como trabajos más recientes, logros, habilidades recién adquiridas, etc. Ese puede ser nuestro objetivo para esa mañana. El siguiente paso sería cambiar el formato y ese podría ser nuestra meta para esa tarde o la mañana siguiente.

Es posible que una vez que termines de agregar el nuevo contenido estés tan metido/a en la tarea que decidas abordar el formato en ese momento. La belleza de este método es que puedes establecer un mínimo para ti y construir a partir de él.

“La verdadera clave es vivir en un entorno en el que la mente se sienta libre de elegir lo correcto en lugar de verse obligada por el hábito y la inercia a elegir lo incorrecto”. Deepak Chopra

Ejecutar las acciones que nos acercarán a nuestra meta aun cuando no tenemos el deseo de hacerlas es lo que nos hace la excepción. Y, por supuesto, rara vez lo sentimos de forma natural. La mayoría de la gente espera hasta tener voluntad de hacer algo. La excepción, o sea nosotras/os, aplicamos las herramientas a nuestra disposición para que la inspiración llegue todos los días sin falta.

Alguien dijo una vez: “Escribo cuando estoy inspirado, y me aseguro de estar inspirado a las nueve en punto todas las mañanas.” No sé ustedes, pero me siento empoderada cuando leo esta cita. Para mí, significa que no tengo que esperar a que suceda algo mágico. Puedo crear mi propia magia rompiendo la inercia de la inacción.

¿Qué haces para impulsarte a la acción? Por favor déjanos saber en los comentarios. Puedes escribir en español, inglés, portugués o francés.

Como coach de liderazgo, posibilito que el talento logre metas audaces con altos estándares. Mi misión es ayudar a las mujeres en la transición de puestos de liderazgo de nivel medio a superior creando conciencia, aumentando la inteligencia emocional y revelando las herramientas y opciones disponibles para ellas, para que puedan realizar y desarrollar su máximo potencial.