Puedes Revitalizarte Para Lograr Tus Metas Siguiendo Este Consejo
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Una de mis actividades favoritas al comienzo del año es establecer mis metas. Me encanta el proceso de pensar en lo que quiero lograr, hacer y ejecutar esos planes, escribirlos y usar imágenes para visualizar los resultados.
Creo que muchos/as sentimos esa ilusión de tener por delante un nuevo año en el que todo es posible. Es como tener un lienzo en blanco donde puedes dibujar (o pegar) cualquier realidad que quieras.
Y entonces volvemos a lo cotidiano. Regresamos al trabajo después de las vacaciones. Hay cientos de correos electrónicos esperándonos en nuestra bandeja de entrada (considerando que no los estábamos procesando durante las vacaciones). En el trabajo, hay nuevas (o las mismas) prioridades que requieren nuestra atención. Los niños reanudan la escuela y otras actividades.
El lienzo empieza a llenarse con lo que surge cada día vs. la imagen que queríamos pintar.
¿Cómo podemos recuperar la magia del 1 (2 ó 3) de enero?
Haciendo una revisión de mitad de año. Sí, has leído bien. Estoy proponiendo que adaptemos una práctica que se hace hoy en muchas empresas a nuestras metas personales.
Las dos primeras semanas de julio son el punto medio natural para hacerlo.
Ya que anotaste tus objetivos (lo hiciste, ¿no?), ubica el documento, cuaderno o tablero de visión donde los tienes.
Comienza con tus logros
Deléitate con lo que has logrado hasta ahora. Es posible que hayas completado todas tus prioridades y estés listo/a para establecer otras nuevas. O puedes tener una mezcla de objetivos completados, en progreso y no iniciados. Normalmente estoy en esta última categoría.
Disfruta de los logros. Date crédito por ellos y celébralo, aunque sea tomando tu bebida favorita o dándote una palmada en la espalda.
Reflexiona sobre cómo te sientes con tu desempeño. ¿Qué has aprendido? ¿Cuál es el impacto que esos logros traen a tu vida?
Por ejemplo, digamos que alcanzaste la cantidad objetivo que estableciste para tu fondo de emergencia. Puedes pensar en los sacrificios, grandes o pequeños, que hiciste para lograr esta meta.
Tus lecciones pueden incluir a) lo que pensaste que era un gran sacrificio, en realidad fue uno pequeño; b) tener dinero aparte para una emergencia es más importante que una noche (o varias) de copas con los/as compañeros/as de trabajo.
El impacto de lograr este objetivo es que ahora tienes tranquilidad. Notaste que no te sientes tan estresado/a en el trabajo e incluso has comenzado a establecer pequeños límites para tener más balance.
¿Qué pasa con los otros objetivos?
Es muy probable que tengas objetivos ‘en progreso’ o ‘no iniciado’, o, en un estatus bastante común de ‘comenzar y dejar’.
Aquí es donde priorizamos dónde queremos enfocar nuestra energía desde ahora hasta el final del año. Es posible que hayamos sido demasiado ambiciosos/as en enero. O que hubo eventos inesperados.
Digamos que tu objetivo era ir al gimnasio cinco veces por semana durante una hora cada vez. En enero, te registraste en tu gimnasio local, compraste los lindos atuendos, fuiste las primeras dos semanas y ahora tus tenis están acumulando polvo en tu armario.
Durante esta conversación de revisión de mitad de año contigo mismo/a, reflexiona sobre tus motivaciones para ponerte en forma y cómo lo estás haciendo. El hecho de que tus amistades vayan al gimnasio no significa que ese sea el mejor camino para ti. Tal vez prefieras tomar clases de baile.
Es posible que las idas y venidas al gimnasio más el tiempo de ducharse y arreglarse tarden más de lo esperado. Entonces, en lugar de ‘no cumplir’ el mínimo de una hora que te propusiste, decidiste dejarlo por completo.
Puedes recalibrar tu objetivo y fijarlo en treinta minutos durante la semana laboral y cuarenta y cinco minutos durante el fin de semana.
La belleza de la revisión de mitad de año es que ahora tienes la ‘retroalimentación’ de la primera mitad del año y puedes reajustar sin sentirte culpable.
¿Puedo agregar o eliminar metas?
¡Por supuesto! Después de todo, estos son tus objetivos.
Cuando observas las metas en estado ‘no iniciado’, ¿qué te viene a la mente? Con frecuencia, nuestro crítico interno comenzará a decir ‘no eres lo suficientemente capaz, lo suficientemente talentoso/a, lo suficientemente productivo/a…’ A veces el mensaje puede ser más duro como ‘¡idiota! Sabía que serías demasiado perezoso/a para llevar tu trasero al gimnasio’.
Respira hondo y cambia la conversación. Comienza por reflexionar ‘¿por qué no le he dado tiempo y energía a esta meta?’ Hay múltiples razones.
Digamos que tu objetivo era escribir artículos en LinkedIn porque todo el mundo dice que debes ser un/a ‘líder de opinión’. No has escrito nada hasta ahora. ¿Por qué?
Observas que tu vecina y tú crearon una serie de fotografías de tu jardín a lo largo de las diferentes estaciones. Invertiste tiempo y energía en esta actividad que no estaba en tu lista original de objetivos. ¿Por qué?
Una posibilidad es que escribir no sea lo tuyo. Prefieres hacer fotos o videos. Entonces, ¿por qué torturarte con un objetivo que no es importante para ti? La vida es demasiado corta.
El mensaje aquí es que puedes eliminar, agregar o reprogramar objetivos teniendo en cuenta la información que ahora tienes de los primeros seis meses del año.
Confirma que las metas que tienes son las que tú quieres y no las que los demás quieren que tú quieras.
Una cosa más antes de irte
Tomarse el tiempo para hacer una revisión de mitad de año reaviva la motivación y la energía para perseguir lo que es importante para nosotros/as. Tenemos la oportunidad de realinear nuestras metas con nuestro propósito, prioridades y misión general de vida.
Tenemos el beneficio de los primeros seis meses de información: qué funciona, qué no funciona, qué sorpresas surgieron, qué queremos hacer de manera diferente.
Puedes agregar, eliminar y reprogramar objetivos. Al final del día, es tu plan. No es el de tus padres, pareja, hijos o amigos. Estás cumpliendo con las expectativas que tienes para ti mismo/a. Estás realizando tu potencial.
Con esta energía renovada, prioriza aquellos objetivos que quieres alcanzar a fin de año. Desempolva los tenis y empieza donde estás, con una vuelta a la manzana. Comienza a poner un dólar por día en un frasco para construir tu fondo de emergencia. Crea ese contenido que está burbujeando y estallando dentro de ti de la manera que resuena contigo. Tómate esos dos minutos para observar tu respiración y estarás meditando en poco tiempo.
“Lo que obtienes al lograr tus objetivos no es tan importante como en lo que te conviertes al lograr tus objetivos.” Zig Ziglar, autor estadounidense
¿Qué quieres lograr para fin de año? Por favor, déjanos saber en los comentarios.
Como coach de liderazgo, posibilito que el talento logre metas audaces con altos estándares. Mi misión es empoderar a mujeres poco representadas en la industria financiera en la transición de puestos de liderazgo de nivel medio a superior ejercitando la mente para lograr el máximo rendimiento, paz mental y mejores relaciones.
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