Tres Consejos Para Mantener la Constancia

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Me fascina el concepto de constancia. Es simple y sencillo y, sin embargo, muy difícil y, a veces, aparentemente imposible de hacer.

Constancia se define como firmeza y perseverancia del ánimo en las resoluciones y en los propósitos. Proviene del latín consistentia, que significa mantenerse firme.

¿Por qué es tan difícil mantener la constancia? Todo comienza con nuestro cerebro. En él viven tres personajes: el sabio, el mono y el robot.

El robot es la parte de nuestro cerebro que se encarga de las funciones automáticas como respirar, parpadear y escribir una vez que nos volvemos competentes. Esta es una de las formas en que el cerebro usa la energía de manera más eficiente.

El sabio es el comandante ejecutivo, el que genera nuestros pensamientos e ideas, la parte lógica y analítica de nuestro cerebro.

El mono es la parte de nuestro cerebro que maneja las emociones, y es un cruce entre una criatura de seis años y un/a adolescente. Nuestro mono es el que quiere salir a jugar y no hacer los deberes. El mono quiere la recompensa ahora, quiere ver resultados. Se aburre fácilmente. Y es el enemigo número uno de nuestro deseo de mantener la constancia.

Nuestro objetivo es controlar nuestro mono. Queremos crear hábitos productivos para reemplazar los improductivos. La finalidad es automatizar estas rutinas, que ahora manejará el robot, para que no tengamos que decidir cada vez que queramos ejecutarlas.

Estamos en una carrera constante para trasladar nuevos hábitos a la parte automatizada del cerebro, para que sea más difícil para el mono tomar control.

Cuando comenzamos un nuevo hábito alimenticio, como reemplazar el azúcar refinado por azúcares de bajo índice glucémico, tenemos que hacer un esfuerzo consciente para no desviarnos durante un período de tiempo. El mono quiere el chocolate, el refresco, el pastel. El sabio sigue razonando sobre todos los beneficios que traerá este cambio (comer menos azúcar), nos recuerda por qué lo hacemos. Si somos constantes en establecer el nuevo hábito, llegará un momento en el que la función pasará al lado automatizado del cerebro y no pensaremos en ello con tanta frecuencia.

Esto no es una vez y ya está. Ciertos hábitos o tareas son más fáciles de automatizar que otros. Y el nivel de dificultad es diferente para cada persona. Puede ser fácil para mí dejar el azúcar y muy difícil hacer abdominales. Para mi amiga Lea, lo contrario puede ser cierto.

“No es lo que hacemos de vez en cuando lo que da forma a nuestras vidas. Es lo que hacemos constantemente.” – Anthony Robbins

Entonces, ¿qué podemos hacer para permanecer más tiempo en el camino?

1) Acepta que vas a recaer

Cualquiera que haya superado una adicción sabe que no es si recaerá sino cuándo. Y lo más importante, la rapidez con la que volverá a encaminarse.

Cuando nos vamos de vacaciones, muchas de las tareas y hábitos que solemos tener desaparecen. Esto es perfectamente normal. ¿Cuánto tiempo nos lleva recuperar el rumbo una vez que volvemos a la realidad?

No hacer ejercicio es mi adicción. Mi sabio conoce los beneficios del ejercicio, pero mi mono quiere sentarse y leer o ver el último programa de Netflix o Amazon Prime. Entonces, lo hago a primera hora de la mañana; de esta forma, cualquier cosa que ocurra a lo largo del día no me impediría ejercitarme.

Cuando me voy de vacaciones, llevo mi ropa de gimnasia conmigo (si el viaje es de 1 semana o más), o me aseguro de caminar todo lo que pueda (al menos 1 hora cada día). Este es el punto medio que encontré para continuar con una rutina modificada y volver a la normalidad más rápido una vez de regreso en casa.

“Todo el mundo recae. Es solo un día; no es el resto de tu vida. Levántate y vuelve a encaminarte.” Desconocido

2) Es una misión de vida

Nuestro mono siempre está ahí y nunca crece. Bien, puede que crezca de una criatura de 6 años a una de 8. No madura. Todavía queremos la hamburguesa, ver programas sin descanso, tumbarnos en la playa y tener todo lo que queremos y soñamos con el menor esfuerzo.

Siempre prestamos atención cuando se trata de nuestro mono.

Todo el mundo que ha tratado de perder peso sabe que en el momento en que bajamos la guardia volvemos al punto de partida (y a veces peor que cuando comenzamos) y se necesita una cantidad adicional de esfuerzo para reiniciar.

Cuando comencé a cuidar mi salud hace unos años, supe que tenía que crear hábitos que me acompañarían por el resto de mi vida. Ya no podía contar con la dieta de 30 días. Necesitaba un cambio permanente de estilo de vida y opciones.

“Puede que tengas que pelear una batalla más de una vez para ganarla.” Desconocido

3) Reemplaza y automatiza hábitos

¿Recuerdas cuando éramos niñas/os y teníamos que lavarnos los dientes conscientemente – es decir, alguien nos recordaba constantemente que nos laváramos los dientes? O para las personas con niños/as pequeños/as, ¿cuándo fue la última vez que no tuviste que repetir el mismo mensaje de ‘¡lávate los dientes, por favor!’ mil veces al día?

¿Cuántas veces piensas conscientemente en cepillarte los dientes por la mañana o por la noche ahora? Exactamente, casi nunca. Es un hábito automático. Si lo olvidas por cualquier motivo, lo sientes; hay algo que te falta en la rutina matutina o nocturna.

Mi rutina de la mañana es que me despierto, me lavo los dientes, me pongo mi ropa de gimnasia y hago ejercicio. Los días que no sigo estos pasos, tengo que hacer un esfuerzo consciente para hacer otros diferentes. A veces me pongo mi ropa de gimnasia antes de darme cuenta de que debía vestirme de manera diferente porque tenía un vuelo temprano.

Ese es el poder de automatizar nuestros hábitos para garantizar la constancia y lograr nuestros objetivos.

“El esfuerzo no significa nada sin constancia.” – Janna Cachola, Lead by choice, not by checks

Ser constante gana la carrera – así es exactamente como la tortuga venció a la liebre: nunca dejó de caminar hasta la meta. Queremos automatizar los hábitos que apoyan nuestros objetivos tanto como sea posible. De esta forma no tenemos que pensar en ellos ni decidir qué haremos. Nos estamos protegiendo de nosotros/as mismos/as.

Ser constante no es una vez y ya está. Queremos establecer rutinas sostenibles en el tiempo. Es más efectivo comenzar con poco y construir a lo largo del tiempo de manera constante, que intentar hacer un esfuerzo gigantesco que no sea sustentable. Cuando recaemos, volvemos a levantarnos tan pronto como podamos y continuamos.

Cualquier objetivo, especialmente si es audaz, emocionante y arriesgado, requiere un esfuerzo constante a lo largo del tiempo. No te dejes engañar por lo que se percibe como un éxito de la noche a la mañana. Eso no existe. Les aseguro que cualquier cosa presentada como ‘éxito de la noche a la mañana’ ha tenido primero muchas horas de trabajo y experimentación.

¿Qué piensas sobre la constancia? ¿Qué acción tomarás esta semana? Por favor déjanos saber en los comentarios. Puedes escribir en español, inglés, portugués o francés.

Mi misión es ayudar a las mujeres en la transición de puestos de liderazgo de nivel medio a superior creando conciencia, aumentando la inteligencia emocional y revelando las herramientas y opciones disponibles para ellas, para que puedan realizar y desarrollar su máximo potencial.

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