Tres Miedos Que Nos Hacen Sentir Culpables Por Tomarnos Tiempo Libre
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A medida que se acercan las vacaciones de verano, muchos/as de nosotros/as hemos planeado tomar días libres del trabajo. Los niños estarán fuera de la escuela en un par de meses, el clima se está volviendo más cálido y los días son más largos. Es el momento de ir a la playa, montaña, camping, otra ciudad y pasar tiempo de calidad con las personas importantes de nuestra vida.
¿Y qué hacemos entre actividades durante nuestro tiempo libre? Nos ponemos al día con nuestro correo electrónico de trabajo o nos conectamos a esa ‘reunión importante’. Esto crea un efecto dominó no deseado: realmente no nos desconectamos, los jóvenes de nuestra tribu emularán este comportamiento cuando sean mayores, y el mensaje tácito que le damos a la gente en el trabajo es ‘espero que estés disponible durante tus vacaciones’.
Escucho a mis clientes y colegas quejarse o preocuparse porque sienten que no pueden tomarse el tiempo que necesitan para descansar y recuperarse sin sentirse culpables. Algunas personas simplemente se niegan a tomarse días libres porque hay mucho que hacer, su función o equipo se derrumbará sin ellas, o piensan que su jefe les dirá que no. Y, por supuesto, está el miedo a perderse algo.
Independientemente de la gran cantidad de investigaciones sobre las ventajas del descanso y los efectos perjudiciales del estrés para nuestra salud, todavía pensamos que somos súper humanos inmunes a él.
Creemos que somos los únicos que podemos mantener unido a nuestro equipo. Que sin nosotras las cosas no funcionarán. Exageramos. Si no respondo a este correo electrónico en los próximos 10 minutos, perderé mi trabajo y mi reputación.
He notado tres miedos específicos que se interponen entre nosotras/os y la desconexión, el descanso y la recuperación, lo que incluye pasar tiempo de calidad con personas importantes para nosotras/os.
1) Tenemos miedo de volvernos irrelevantes
Mi clienta Catarina planteó la pregunta muy válida de ‘si mi equipo puede hacer la mayor parte del trabajo sin mi ayuda y mi aporte, ¿cuál es mi valor?’ El miedo a volverse irrelevante es muy real, especialmente para las personas que se consideran generosas.
Queremos apoyar a los miembros de nuestro equipo, estar ahí para ellos, transferir todo nuestro conocimiento en forma de respuestas y orientación. Además, a algunas/os de nosotras/os nos encanta dar consejos.
La paradoja es que para crecer en nuestras carreras queremos desarrollar a otros líderes. Para hacerlo, queremos que las personas descubran cómo lograr la meta o los resultados.
Los mejores gerentes que tuve fueron aquellos que establecieron las expectativas y me permitieron producir un plan sobre cómo llegar allí, lo que me hizo aprender y estar donde estoy hoy.
Confía en tu equipo y colegas. La gente resolverá. Si hay una verdadera emergencia (es posible que desees definir qué constituye una emergencia) y eres la/el única/o que sabe la respuesta, te llamarán.
Un beneficio adicional es aprovechar el hecho de tener un equipo diverso. La gente te sorprenderá con su ingenio, un componente clave de los equipos de alto rendimiento.
2) Tememos ‘perderlo todo’
En términos prácticos, el miedo a ‘perderlo todo’ significa perder nuestro trabajo (la fuente de ingresos y las cosas que tenemos gracias a ello) y la reputación (no conseguiré otro trabajo tan bueno como el que tengo ahora).
Nuestra necesidad de la protección del líder de la tribu, que en nuestro cerebro primario equivale a la supervivencia, entra en acción. Es por eso por lo que tendemos a emular los comportamientos de los líderes de nuestra organización. Y la gente más junior hace lo mismo. Mono ve, mono imita.
Piensa en tu última revisión de desempeño o conversación de retroalimentación en el trabajo. ¿Tu jefe u otros colegas te criticaron por no responder un correo electrónico tan pronto como llegó a tu bandeja de entrada o por no conectarte cuando estabas de vacaciones? Si la respuesta es sí, es posible que desees dedicar un tiempo a contemplar si te encuentras en el entorno adecuado para ti.
Ahora, piensa en cómo conseguiste el trabajo que tienes. Si obtuviste este, significa que eres perfectamente capaz de obtener otro. Las personas hacen la transición a otros roles, empresas e incluso industrias todo el tiempo. ¿Por qué no podrías tú hacer lo mismo?
Si quieres sentirte más en control, prepárate ahora cuando no lo necesitas. Comienza por organizar tus finanzas y tu portafolio profesional (currículum, LinkedIn, red de contactos, etc.). De esta manera, si pierdes tu trabajo por cualquier motivo, estarás en posición adelantada para asegurar otro.
3) Tememos perdernos de algo
La mayor desventaja de la facilidad de comunicación hoy en día es que nuestra mente cree que debemos estar al tanto de absolutamente todo. Debemos estar al tanto de cada jugada de lo que sucede en el mundo, con nuestro equipo deportivo favorito, colegas, industria, etc.
La realidad es que hay cosas a las que no prestamos atención porque no es sostenible estar pendiente de todo todo el tiempo. La concentración funciona mucho mejor y reduce los niveles de estrés.
La mayoría caemos en la trampa del alto estrés, trabajar a todas horas y todo el caos que eso conlleva. Y cuando queremos estar al tanto de absolutamente todo, el mensaje tácito que enviamos a nuestro equipo, colegas y familiares es ‘no confío en tu capacidad para resolver las cosas o producir resultados de alta calidad’. ¡Ay!
Nuestro cuerpo y mente necesitan aire (literal y figurativamente) y renovación. Eso podría tomar la forma de terapia, coaching y tomarse tiempo libre como vacaciones o un año sabático. Desafortunadamente, cuando no nos permitimos respirar, el grito de ayuda puede venir en forma de enfermedad que nos obligue a detenernos y tomar tiempo para recuperarnos.
“A medida que envejeces, aprendes algunas cosas. Una de ellas es tomarse el tiempo asignado para las vacaciones.” John Battelle, empresario estadounidense
La mayoría de los eventos en nuestras vidas tienen estrés ‘percibido’. Si te encuentras en un callejón oscuro y se acerca una persona extraña, tu cerebro enviará el comando ‘responder al estrés’ a tu cuerpo y correrás rápido y lejos.
Si estás trabajando en un proyecto y se acerca la fecha de entrega y crees que no terminar el proyecto es malo, el cerebro enviará el mismo comando en respuesta al estrés. En otras palabras, le haces saber a tu cerebro que un extraño en un callejón oscuro produce el mismo estrés que acercarse a la fecha límite del proyecto.
Respira hondo y piensa en estas dos situaciones de la forma más objetiva y tranquila que puedas. El escenario uno, un extraño en un callejón oscuro, realmente podría amenazar tu vida. Perder la fecha de entrega de un proyecto (se espera que) no te mataría.
“Alejarse del entorno de trabajo de uno/a es, en cierto sentido, alejarse de uno/a mismo/a; y esta es a menudo la principal ventaja de viajar y cambiar.” Charles Horton Cooley, sociólogo estadounidense
Desconectarse del trabajo y del mundo exterior se sentirá incómodo al principio. Se siente como síndrome de abstinencia. Empecé a practicar poniendo mi celular en modo avión por unas horas los domingos. La primera vez que lo hice, quería caminar por las paredes. El tiempo no podía pasar lo suficientemente rápido.
A estas alturas, tengo un 0.5 % de culpa, abstinencia y estrés por desconectarme cuando lo necesito: fines de semana, días festivos, vacaciones, tiempo para pensar, etc. Hasta ahora no ha ocurrido ninguna catástrofe por eso. Mi rendimiento no ha disminuido; al contrario, estoy produciendo resultados de alto valor y calidad.
Hay momentos de mayor intensidad en los que hay varios proyectos en paralelo. Lo que funciona para mí es cambiar las prioridades temporalmente y/o combinar actividades. Por ejemplo, es posible que necesite una hora extra durante el día por lo que podría temporalmente caminar y meditar en lugar de hacerlo por separado.
Tomar conciencia de nuestros miedos disminuye su poder. Una vez que los vemos a la cara, nos damos cuenta de que no son tan poderosos y encontramos formas de superarlos.
Es un ganar-ganar-ganar. Obtenemos el descanso y la recuperación que necesitamos. Las personas importantes para nosotros/as reciben toda nuestra atención. Somos un ejemplo para otras personas dentro y fuera del trabajo. Nuestra productividad, la calidad de nuestro trabajo y el rendimiento colectivo de nuestro equipo aumentan.
¿Cuál es tu mayor miedo a la hora de desconectarte especialmente del trabajo? Por favor, déjanos saber en los comentarios.
Como coach de liderazgo, posibilito que el talento logre metas audaces con altos estándares. Mi misión es ayudar a mujeres poco representadas en la industria financiera en la transición de puestos de liderazgo de nivel medio a superior creando conciencia, aumentando la inteligencia emocional y revelando las herramientas y opciones disponibles para ellas.
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