Cómo Definir Tu Filosofía Personal
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Recientemente hice un ejercicio para articular mi filosofía personal, el conjunto de principios rectores por los que vivo.
Cuando vi la plantilla en blanco, entré en pánico. Mi junta de saboteadores tomó el control y comenzó con la cantaleta: ‘¿cómo puedes estar en la cuarta década y no tener una filosofía personal? ¡Debemos crear una inmediatamente!
Respiré hondo, me reacomodé, y dejé que mi mente pensara libremente en lo que creo y en lo que no creo. Resulta que sí tengo una filosofía personal.
Hacer este ejercicio resultó en una comprensión más profunda de mi ser auténtico, lo que traigo a la mesa día tras día en todos los aspectos de mi vida.
Me ayudó a darme cuenta de que mi filosofía personal se refleja en mi carrera, relaciones, vida espiritual, finanzas, etc.
Estos son mis principios rectores clave que forman mi filosofía personal.
“A la larga, moldeamos nuestras vidas y nos moldeamos a nosotros/as mismos/as. El proceso nunca termina hasta que morimos. Y las decisiones que tomamos son, en última instancia, nuestra propia responsabilidad.” Eleanor Roosevelt, ex Primera Dama de los Estados Unidos
Creo en el crecimiento – Mejor/diferente siempre es posible
He hablado con frecuencia sobre tener una mentalidad de crecimiento, donde aprendemos todo el tiempo y tenemos la oportunidad de comenzar con un producto (servicio, proyecto o habilidad) mínimo viable y mejorar con el tiempo.
Un ejemplo tangible que tengo es mi blog. Cuando vi la primera publicación que escribí en febrero de 2020, tuve dos pensamientos. Primero, ‘felicidades por empezar con lo mínimo.’ Segundo, ‘estoy tan contenta de que hayas seguido así; la mejora con el tiempo es notable.’
La clave es mantener el rumbo constantemente. Esto no significa que no cambies cuando sea necesario. Significa que sea cual sea el camino, se continúa en él, reiterándose en cada versión, incorporando nuevos conocimientos y retroalimentación.
“Aprende como si no estuvieras alcanzando tu objetivo y como si tuvieras miedo de perderlo.” Confucio
Creo en la preparación – Estar listos/as para cuando se presente la oportunidad
Muchos/as de nosotros/as queremos una promoción en el trabajo, cambiar de carrera, ganar más dinero, encontrar a esa persona importante y vivir felices para siempre, estar en buena forma física y/o dejar un sólido legado.
El desafío es que la mayoría de la gente espera el resultado no deseado o el logro real para prepararse para ello. Por ejemplo, esperamos hasta tener varios kilos por encima de nuestro peso normal para comenzar a comer sano y hacer ejercicio. O esperamos hasta ganar más dinero para aprender a administrarlo.
La clave es estar preparados/as para cuando la oportunidad toque a nuestra puerta.
Si quieres esa promoción, comienza a trabajar en ello ahora, incluso si aún no hay un puesto vacante en el nuevo nivel que deseas. De esta forma, cuando el puesto esté disponible, serás un/a candidato/a sólido/a y calificado/a.
Uno de mis compañeros de trabajo quería ser ascendido y se lo dejó saber claramente a su jefe y al jefe de su jefe. Hablamos sobre cómo podría posicionarse para esa promoción. Cuando comenzó esta búsqueda hace un par de años, no había puestos vacantes en el equipo en el nivel más alto que él quería. Sin embargo, se mantuvo en eso. El año pasado hubo un proyecto grande y con él vinieron muchos cambios, incluidos nuevos roles al nivel que mi colega quería. Cuando se aprobaron esos puestos, no había duda de que mi colega tendría uno de ellos. Y así fue; obtuvo su ascenso a principios de este año.
“La oportunidad no pierde el tiempo con quienes no están preparados.” Idowu Koyenikan, Wealth for All: Living a Life of Success at the Edge of Your Ability
Creo tanto en construir como en mantener relaciones
Cuando se trata de relaciones, especialmente en el trabajo, pienso en ellas como cuentas bancarias. Para retirar dinero un día, primero debo depositar dinero.
Me he dado cuenta de que muchas personas se enfocan en conocer otros profesionales una o dos veces y luego esperan una colaboración o apoyo total de ellos.
Soy consciente de que a veces no es posible dedicar el tiempo y la energía necesarios para profundizar una relación laboral. Al mismo tiempo, hay algunas cosas que podemos hacer que no requieren mucho tiempo ni esfuerzo.
Uso el tema de las actividades de fin de semana con frecuencia. Al comienzo de la semana, le pregunto a la gente cómo pasaron el fin de semana. Del mismo modo, al final de la semana pregunto sobre planes futuros.
He notado que cuando comparto mis actividades de fin de semana, más allá de ‘fue un fin de semana tranquilo’, la gente tiende a corresponder. La otra ventaja de este tema es que las personas son libres de compartir tanto o tan poco como quieran.
Mediante ese pequeño intercambio acerca de nuestras vidas fuera de la oficina, no solo aprendemos sobre nuestros/as colegas, sino que también nos conectamos a un nivel más humano y menos transaccional.
Otra actividad que realizo con frecuencia es el reconocimiento o agradecimiento. Al final de un hito específico, envío un mensaje a los gerentes de mis colegas informándoles tanto el estado del proyecto como las contribuciones de los miembros de su equipo.
Si alguien hace algo extra por mí (se toma el tiempo para ponerme al día sobre un tema, prioriza mi solicitud, me conecta con otra persona, etc.), le envío una nota agradeciéndole.
Estos pequeños actos son depósitos en las cuentas de la relación. Cuando necesite hacer un retiro, habrá suficiente para hacerlo.
“Nuestras recompensas en la vida siempre estarán en proporción exacta a la cantidad de consideración que mostramos hacia los demás.” Earl Nightingale, escritor estadounidense
No creo en el destino – Creamos nuestra propia suerte
Tengo un fuerte locus de control interno – creo que el 99% de lo que sucede en mi vida se debe a que tomé una decisión que resultó en un efecto específico. Permito el 1% de “suerte”, “oportunidad” o lo que otras personas hicieron antes que yo y que hoy me permite estar en un camino específico – por ejemplo, tener derecho al voto, poder emigrar a los Estados Unidos, etc.
Mis logros y arrepentimientos están claramente asignados a acciones específicas que tomé o no tomé.
Cuando mi puesto fue eliminado el año pasado (evento fuera de mi control), pude tomarme un descanso antes de tomar otro trabajo de inmediato. Unos años antes había decidido organizar mis finanzas creando un fondo de emergencia y pagando deudas malas (mi decisión, mis acciones).
“¡Toma control de tu vida! Las mareas no dominan el barco. El marinero sí.” Ogwo David Emenike, autor
No creo en la perfección – Es aburrida e inhumana
Recientemente aprendí que luchar para alcanzar la perfección es una manifestación del síndrome del impostor. Debido a que tenemos miedo de que nos “descubran”, nos volvemos perfeccionistas para ocultar el hecho de que “no deberíamos estar donde estamos.” Nada más lejos de la verdad. Estamos exactamente donde debemos estar.
Ser perfecto/a va en contra de uno de mis valores fundamentales de crecimiento personal. El hecho de que exista la necesidad de crecer significa que, afortunadamente, no se ha alcanzado la perfección.
Al contrario de lo que solía creer, ser imperfecta me permite conectarme más profundamente con los demás. Algunas personas se verán a sí mismas en mis luchas y yo me veré a mí misma en las suyas. Eso automáticamente crea un vínculo. Nuestras vulnerabilidades e imperfecciones son las experiencias comunes que nos conectan. Es como reconocer a un/a compatriota en tierra extranjera.
“En su raíz, el perfeccionismo no se trata realmente de un profundo amor por ser meticuloso/a. Se trata del miedo. Miedo a cometer un error. Miedo a decepcionar a los demás. Miedo al fracaso. Miedo al éxito.” Desconocido
Una cosa más antes de irte
Articular nuestra filosofía personal, nuestros principios rectores, nos brinda un marco de referencia para ayudarnos a decidir cómo usar nuestro tiempo, abordar el trabajo y las metas personales, el legado que queremos crear y con qué tipo de personas queremos rodearnos.
Nuestra filosofía personal es un conjunto adicional de instrucciones que proporcionamos a nuestro SAR para ayudarnos a filtrar la información y las cosas que atraemos. Es parte de los criterios de nuestro propio marketing y publicidad personalizados. Ayuda a aumentar nuestra concentración y cómo gastamos nuestra energía.
Nuestra filosofía personal es fluida. Hay cosas en las que creía hace veinte años que ya no considero parte de mí. Y viceversa.
A medida que articules tus principios rectores, mantén un lenguaje expansivo (en lugar de limitante). No queremos crear obstáculos internos innecesarios. Todo lo contrario. Queremos centrarnos en lo que es importante para nosotros/as y utilizar todo nuestro potencial y capacidades para lograr nuestros objetivos audaces, arriesgados y emocionantes.
¿Cuál es tu filosofía personal? Por favor, déjanos saber en los comentarios.
Como coach de liderazgo, posibilito que el talento logre metas audaces con altos estándares. Mi misión es empoderar a mujeres poco representadas en la industria financiera en la transición de puestos de liderazgo de nivel medio a superior ejercitando la mente para lograr el máximo rendimiento, paz mental y mejores relaciones.
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