Cómo Pedir Ayuda: Genera Confianza y Crecimiento Mediante la Búsqueda de Asesoramiento

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A muchos/as de nosotros/as, yo incluida, no nos gusta pedir ayuda. El síndrome del impostor hace su aparición y sentimos que nuestra petición es demasiado simplista, algo que deberíamos saber cómo solucionar. Tememos que los demás piensen que somos incompetentes.

Al contrario de nuestras propias creencias limitantes, pedir ayuda de manera efectiva tiene en realidad el efecto contrario: creamos una imagen más positiva.

En su libro Dare to Lead, Brene Brown escribe: “Cuando se trata de personas que no piden ayuda habitualmente, los líderes que encuestamos explicaron que no les delegarían tareas importantes porque no confiaban en que levantarían la mano y pedirían ayuda. Cuando nos negamos a pedir ayuda, nos damos cuenta de que seguimos recibiendo los mismos proyectos que los líderes saben que podemos hacer.”

Hagamos una pausa y reflexionemos. ¿Estás saliendo de tu zona de confort en el trabajo, lo que te “obligaría” a pedir ayuda? ¿O estás afrontando los mismos desafíos de siempre que sabes superar?

Una advertencia: cuando pidas ayuda, ten en cuenta el tiempo y las prioridades de las personas. Haz todo lo que puedas para buscar y consumir información por tu cuenta en lugar de tomar el camino de menor resistencia y pedirle a alguien que te lo explique. Además, confía en el proceso: muchas respuestas se revelarán con el tiempo.

Por supuesto, estamos examinando cómo pedir ayuda de manera efectiva en función de tu nivel actual de experiencia y conocimientos. Si eres profesional experimentado/a, se espera que tengas la capacidad de investigar y resolver ciertas cosas por tu cuenta. Si estás comenzando tu carrera o estás cambiando por completo a una nueva área de especialización, es posible que tengas más espacio para hacer preguntas sencillas.

He aquí cuatro consejos sobre cómo pedir ayuda de manera efectiva.

1) Pide consejo

Usa cualquier área que hayas identificado como una oportunidad de crecimiento. Tal vez eres gerente por primera vez y deseas aprender de supervisores experimentados/as sobre sus experiencias: qué les funciona, qué harían de manera diferente, qué rutinas tienen establecidas, etc.

Este enfoque no solo brinda información, sino que también ayuda a construir o mejorar las relaciones en el trabajo.

Recomiendo enfáticamente que vuelvas a hablar con la persona que te brindó el consejo y le cuentes lo que has intentado y cómo te está funcionando hasta ahora. Esta sería una excusa perfecta para comunicarse una segunda o tercera vez.

“Pide consejo a alguien que sepa cómo conquistarse a sí mismo.” Leonardo da Vinci, erudito del Renacimiento italiano

2) Muestra lo que has hecho hasta ahora

Demuestra que te has esforzado. Es posible que hayas investigado, probado nuevas técnicas y aún así no hayas logrado los resultados deseados.

Por ejemplo, Maya, una de mis clientas, elaboró ​​una propuesta para consolidar las funciones de cumplimiento para evitar silos y duplicaciones. Creó un primer borrador sólido y lo compartió con su jefe y sus pares. Su desafío era influir en los líderes de las áreas involucradas para obtener su aceptación. Maya buscó la ayuda de su gerente, quien vio su progreso, su proceso de pensamiento y su deseo de excelencia, eficiencia y crecimiento.

“Una persona que nunca ha cometido un error nunca ha intentado nada nuevo.” Albert Einstein, físico teórico desarrollador de la teoría de la relatividad

3) Recibe ayuda con amabilidad

A menos que te encuentres en una sesión de trabajo para determinar colectivamente una solución, no juzgues la opinión de la otra persona. Haz preguntas aclaratorias para confirmar tu comprensión.

Evita decir “¡Qué buena idea!” o “No estoy segura de si esto funcionará.” Con el primer comentario, no sabes si la sugerencia es una buena idea para ti, ya que aún no la has probado. Con el segundo, estás menospreciando la sugerencia de la otra persona sin intentarla primero.

En lugar de eso, simplemente di “gracias.” Esto demuestra tu aprecio sin evaluar prematuramente la sugerencia.

“Aceptar ayuda es una fortaleza en sí misma.” Desconocido

4) Ofrece ayuda

Por cada acción hay una reacción. Cuanto más ayuda ofrezcas sin juzgar, más preparado/a estarás para cuando llegue tu turno de pedirla. Es una inversión que querrás hacer a menudo.

Incluso si estás al principio de tu carrera y sientes que te falta experiencia, es posible que te sorprendas de la riqueza de conocimientos que tienes o puedes obtener. Quizás conoces a alguien que conoce a alguien que pueda ayudar.

“Nadie es inútil en este mundo si aligera la carga de otro.” Charles Dickens, novelista y crítico social inglés

Una cosa más antes de irte

Pedir ayuda nos eleva ante los demás. Los líderes confiarán en tu capacidad de ejecución no solo en función de tu experiencia, sino también de tu disposición a pedir ayuda cuando sea necesario.

Podemos pedir ayuda de manera valiosa para todas las partes involucradas. Pedir ayuda permite que los demás nos apoyen sin sentir que están micro gestionando o entrometiéndose.

Cuando pedimos ayuda, mostramos nuestra humanidad y autenticidad. Es una forma de decir “No soy perfecta, también tengo dificultades, no lo sé todo y quiero aprender y crecer.”

¿Qué enfoque utilizas para pedir ayuda? Por favor, déjanos saber en los comentarios.

Como coach de liderazgo, posibilito que el talento logre metas audaces con altos estándares. Mi misión es empoderar a mujeres poco representadas en la industria financiera en la transición de puestos de liderazgo de nivel medio a superior ejercitando la mente para lograr el máximo rendimiento, paz mental y mejores relaciones.

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