Conoce a Tu Juez y Aprende a Disminuirlo
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Todos/as somos críticos/as. Incluso los/as más liberales, de mente abierta y tolerantes entre nosotros/as. Emitimos juicios sobre nosotros/as mismos/as, otras personas y situaciones todo el día todos los días. Incluso cuando estamos durmiendo, juzgamos algo o alguien en nuestros sueños.
Hace un par de semanas escribí sobre el sabio y sus cinco poderes. Esta semana quiero traer conciencia a una serie de personajes que viven dentro de nuestra mente liderados por uno formidable. Estos personajes son varios saboteadores, y su líder es el juez.
Los saboteadores se definen como aquellos que practican el sabotaje, es decir, la destrucción, la obstrucción o la subversión deliberada. Y eso es lo que sucede dentro de nuestras mentes.
Dejamos que estos personajes nos convenzan de que no somos suficientes, que seremos felices una vez que… [agrega el objetivo de tu elección], que el evento X es bueno y el evento Y es malo. Todos estos pensamientos terminan por destruir y obstruir nuestra hermosa y verdadera esencia, nuestros sueños, relaciones, carreras, etc.
¿Quién es el juez y por qué es el líder?
Muchos/as de nosotros/as estamos familiarizados/as con el crítico interno. Este es sólo un aspecto del juez.
El juez es esa voz interior que nos dice ‘Chica, no hay forma de que consigas ese trabajo; ¡No eres inteligente y lo sabes!’ (auto juicio, usado por el crítico interno); que ‘John es un idiota, no confíes en él’ (juicio a los demás); y que dice, ‘¡la pandemia es lo más horrible que ha pasado!’ (juicio a situaciones).
Todo el mundo tiene al juez como saboteador sin importar su origen, condición socioeconómica, género, etnia, idioma, edad, creencias religiosas, etc. El juez se forma como un mecanismo de supervivencia, principal propósito de nuestro cerebro.
A diferencia de otros animales, los seres humanos tardan mucho en poder sobrevivir por sí solos, y nuestro cerebro no está completamente formado hasta la edad adulta. Por estas razones, el juez asume un papel protagónico al clasificar la información en buena o mala de una manera simple y directa.
El desafío es que a medida que nos hacemos adultos/as, no nos deshacemos del juez una vez pierde su utilidad. Por lo tanto, continuamos juzgándonos a nosotros/as mismos/as, a otras personas y situaciones como buenas o malas, correctas o incorrectas, feas o hermosas, etc.
¿Cómo me deshago del juez?
Existen diferentes técnicas que podemos utilizar para quitarle el protagonismo al juez en nuestras vidas. El propósito es disminuir su voz y cambiar el mensaje.
Primero, nombra tu juez. Algunas personas lo llaman el verdugo, Darth Vader, The Joker, Doctor Octopus o Voldemort. El mío se llama Bob.
Esto ayuda a separar al juez de nosotros/as. Le damos una identidad distinta a la nuestra.
Una palabra de precaución: no nombres tu juez como alguien que conoces. No lo llames ‘mamá’ o ‘tío Jim’, ‘o esa p..a Paulina de la oficina’.
Ahora que el juez tiene un nombre, llámale la atención cada vez que lo escuches criticándote a ti mismo/a, a otros o a una situación.
Por ejemplo, digo ‘¡aquí está Bob haciéndolo de nuevo!’ Incluso me río un poco como para quitarle importancia a su mensaje.
Llamarle la atención al juez es como kriptonita: inmediatamente pierde su poder. Si añadimos algo de humor a nuestro comentario, lo debilitamos aún más. La belleza de esto es que una vez que lo vemos, no podemos dejar de verlo. Nuestra conciencia se multiplica por diez.
También podemos cambiar la descripción del trabajo de nuestro juez pidiéndole que se convierta en nuestro porrista. Cada vez que atrapo a Bob criticándome a mí, a los demás o a la situación, le digo ‘Bob, ya te desahogaste, ¡así que, rápido, dime tres cosas que te gustan de mí!’
La clave, como muchas otras cosas cuando se trata de cambiar el comportamiento, es la práctica constante. Hemos vivido con nuestro juez durante veinte, treinta, cuarenta, cincuenta años o más. Por lo tanto, no cambiará mágicamente de la noche a la mañana después de que le llames la atención sólo una o dos veces.
Tengo estas conversaciones con Bob todo el día, todos los días. Me doy cuenta de que ahora puedo cambiar a una perspectiva positiva un poco más rápido. Continuamos caminando.
Dijiste que hay múltiples saboteadores. ¿Quiénes son?
En su libro Positive Intelligence, Shirzad Chamine presenta a otros nueve saboteadores para un total de diez, incluido el juez.
Respira hondo, mantén la calma y sigue leyendo. Solo tenemos un puñado de estos otros saboteadores como cómplices del juez.
Los otros nueve son híper triunfador, controlador, riguroso, víctima, híper racional, inquieto, esquivo, híper alerta y complaciente.
Puedes realizar una evaluación gratuita y descubrir a tus saboteadores. Los míos son híper triunfador, controlador y riguroso. Junto con el juez los llamo colectivamente la junta especialmente cuando los agarro actuando en equipo.
Una cosa más antes de irte
Todos/as tenemos al juez como saboteador juzgándonos a nosotros/as mismos/as, a otras personas y a situaciones. Su propósito original era mantenernos con vida para llegar a la edad adulta y cumplir el propósito principal de la naturaleza de reproducción y mantener con vida a la descendencia para continuar el ciclo.
Ahora que somos adultos/as, ya no necesitamos al juez ni a los otros saboteadores. Su misión fue cumplida y ahora pueden jubilarse.
El caso es que los hemos mantenido en nómina todo este tiempo. Hasta ahora, no sabíamos cómo darles la noticia de que sus servicios ya no son necesarios.
Les daremos un nombre que no coincidirá con el de nadie cercano (independientemente de su impacto en nuestras vidas). Tan pronto como notemos que nos están juzgando a nosotros/as, a otras personas o a una situación, le llamaremos la atención. Aquí viene Darth de nuevo con su voz ronca para decirme que soy un estúpido. Voldemort, tómate un complejo de ‘U Bi K T’ y concentrémonos en lo genial que es Vivian. Dr. O, perder mi trabajo no es algo que hubiera elegido, pero estoy segura de que hay al menos una lección en esta experiencia; pensemos juntos en el regalo.
El nombre del juego es constancia. Practica, practica, practica. Con el tiempo verás que empiezas a cambiar más rápido de la perspectiva del saboteador a la del sabio. Se volverá más natural y lo harás constantemente sin siquiera darte cuenta.
¿Cuál es el nombre de tu juez? Por favor, déjanos saber en los comentarios.
Fuente: Positive Intelligence
Como coach de liderazgo, posibilito que el talento logre metas audaces con altos estándares. Mi misión es empoderar a mujeres poco representadas en la industria financiera en la transición de puestos de liderazgo de nivel medio a superior ejercitando la mente para lograr el máximo rendimiento, paz mental y mejores relaciones.
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