Cómo Superar la Procrastinación: Estrategias Para Actuar y Alcanzar Objetivos

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La procrastinación es una mala palabra en muchos entornos (trabajo, escuela, hogar, etc.) y ninguno/a de nosotros/as quiere admitir que a veces (o muchas veces) cedemos ante ella.

La procrastinación es el acto de retrasar o posponer algo. Proviene del latín pro (adelante o a favor de) y crastinus (de mañana).

Todos intentamos dejar de procrastinar delegando, eliminando tareas de la lista, racionalizando su importancia o enfrentando las consecuencias de haberlo dejado para último minuto.

Hay muchas razones por las que procrastinamos. Por ejemplo, podemos pensar que la tarea que tenemos entre manos nos hará menos felices. Subestimamos cuánto tiempo llevará el trabajo. O lo que queremos hacer no tiene un plazo claro. Forbes tiene un artículo interesante que explora las razones detrás de la procrastinación.

Esta cita de Adam Grant me hizo tomar pausa y darme cuenta de la verdadera razón por la que procrastino en actividades que son importantes para mí: “la tarea que estás posponiendo no siempre es la que odias. Podría ser la que temes. La que vale la pena realizar.”

Confieso que postergué proyectos importantes para mí, particularmente aquellos que me parecieron intimidantes en su momento.

La procrastinación, en cierto modo, se alinea con el instinto de nuestra mente de priorizar la seguridad y evitar riesgos o salir de nuestra zona de confort. ¡Basta! La procrastinación se detiene aquí.

“Deja para mañana sólo aquello que estarías dispuesto a dejar sin hacer antes de morir.” – Pablo Picasso, pintor y escultor español.

He aquí cinco estrategias que utilizo para superar la procrastinación.

1) Identifica tu momento más productivo y aborda primero las tareas difíciles

En el libro Eat That Frog de Brian Tracy, el autor presenta el concepto de “comerse la rana” – abordar primero la tarea más desafiante, la que podría tener el mayor impacto en tus objetivos.

El momento específico para esto depende de si eres una persona de la mañana, del final de la mañana o de la noche.

Siendo una persona mañanera, priorizo temprano las actividades impactantes para romper la inercia de la inacción y establecer un ritmo productivo.

“La parte más difícil de cualquier tarea importante es, en primer lugar, empezar a realizarla. Una vez que empiezas a trabajar en una tarea valiosa, pareces estar naturalmente motivado para continuar.” – Brian Tracy, orador y escritor motivacional estadounidense

2) Reconoce el miedo

Cuando estoy al borde de un gran avance, experimento un momento de “¡Dios mío, esto es real!” que me asusta hasta el punto de interrumpir mi flujo. Aprendí que esta es una reacción normal.

Durante esos momentos, tomo un breve descanso, respiro y vuelvo a mi centro. Luego me concentro en el siguiente paso: la siguiente línea a leer o escribir, el siguiente documento a abrir, etc.

Cuanto más aumentamos nuestra conciencia, menos interrumpimos nuestro flujo debido al miedo. La práctica constante es clave.

“La tarea que estás posponiendo no siempre es la que odias. Podría ser la que temes. La que vale la pena realizar.” – Adam Grant, escritor estadounidense y profesor de Psicología en la Wharton School

3) Toma acciones constantes y manejables hacia tu objetivo

La acción constante es como el interés compuesto donde las nuevas acciones se basan en las anteriores hasta que se produce un crecimiento exponencial.

Mi camino hacia un ascenso laboral comenzó cinco años antes de su realización. Me gusta aprender y alcanzar objetivos, por lo que soy una ávida lectora, establezco metas y busco constantemente formas de mejorar.

Cuando me seleccionaron para participar en mi primer programa de desarrollo de liderazgo en el trabajo, me volví más estratégica en mi enfoque del autodesarrollo. Todos los sábados por la mañana, tenía una reunión conmigo misma durante aproximadamente una hora, donde revisaba mi plan de desarrollo, actualizaba el progreso y priorizaba las acciones que me había propuesto.

No vi ningún cambio relevante en los primeros meses y aún así seguí adelante. Cuando alguien senior en mi equipo se jubiló al año siguiente, yo estaba lista y asumí sus responsabilidades. Una vez más estaba dirigiendo un equipo, esta vez de gente de mayor rango. Lo que había estado trabajando todos los sábados por la mañana comenzó a funcionar y vi algunos avances. No me detuve. Cada trabajo que conseguí después tuvo un alcance mayor hasta que obtuve oficialmente el ascenso al nivel en el que ya había estado operando.

“Hacer sólo un poquito durante el tiempo que tenemos disponible te sitúa mucho más adelante que si no tomáramos ninguna medida.” Desconocido

4) Establece una fecha límite

Los proyectos sin plazos definidos fomentan la procrastinación. Tendemos a pensar que hay más tiempo para lograrlos, por lo que es más probable que pospongamos el trabajo por completo.

Hace unos años, los resultados de mis análisis de sangre me hicieron darme cuenta de que necesitaba cambiar mis hábitos alimenticios y perder algunos kilos. Me di cuatro meses para bajar de peso. Eso significaba que tenía que empezar el día 1 (de 120) si quería cumplir con el plazo. Sin una fecha límite no habría iniciado ninguna acción inmediata porque mi cerebro habría pensado “¿por qué apresurarnos? Tenemos tiempo.”

“Tu puedes retrasarte, pero el tiempo no lo hará.” – Benjamin Franklin, padre de la patria estadounidense, director de correos, científico, inventor y diplomático

5) Considera un producto mínimo viable

Este es un concepto popular en el mundo del desarrollo de software. Significa que la primera iteración de un producto o servicio puede no tener todas las funcionalidades. Será suficiente para ponerlo a disposición de los usuarios quienes brindarán retroalimentación que, a su vez, se incorporará en las siguientes versiones.

Cuando comencé a escribir artículos, eran básicos y con un formato mínimo. Estos fueron mejorando con el tiempo, aprendizaje y retroalimentación de los/as lectores/as.

Este enfoque me permitió aprender, compartir contenido relevante y experimentar una sensación de propósito y logro. De lo contrario, todavía estaría “aprendiendo” y “preparándome” para tener siempre un artículo perfecto… ¡inédito!

“El deseo de perfección conduce a menudo al despertar del Procrasdemon. Permitirse cometer errores es la forma más eficaz de deshacerse de él.” – Neeraj Agnihotri, del libro Procrasdemon – The Artist’s Guide to Liberation From Procrastination

Una cosa más antes de irte

La procrastinación sirve como otro mecanismo de defensa que nuestro cerebro emplea para garantizar nuestra seguridad y supervivencia.

La buena noticia es que podemos anular ese programa si tomamos medidas de manera constante, incluso si sólo damos pequeños pasos. Con el tiempo, estas acciones se complementan entre sí y, antes de que nos demos cuenta, hemos alcanzado el siguiente hito en nuestro camino.

Procrastinaremos. Cuando suceda aprovecha para descubrir los motivos, así podrás identificar esa “gran” cosa que está por suceder y está poniendo miedo en tu corazón. Esa “gran” cosa puede transformar tu vida. Por esta razón, el cerebro está en alerta máxima y hará lo que sea necesario para impedirte esa transformación.

¿Qué proyecto u objetivo es el más importante para ti y estás postergando por miedo? Por favor, déjanos saber en los comentarios.

Como coach de liderazgo, posibilito que el talento logre metas audaces con altos estándares. Mi misión es empoderar a mujeres poco representadas en la industria financiera en la transición de puestos de liderazgo de nivel medio a superior ejercitando la mente para lograr el máximo rendimiento, paz mental y mejores relaciones.

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