Por Qué Crear Metas Da Miedo: Descubre el Poder de Establecer Metas

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A menudo escucho a la gente decir: “No creo en las metas” o “No hago resoluciones.” Cada vez que me encuentro con estos comentarios una parte de mí muere de pena. Muchas personas, incluyéndome a mí, tienen miedo de su propio potencial y de lo que pueden lograr.

¿Qué pasaría si realmente lograra la meta audaz que me propuse? ¿Qué pasaría si tuviese un fondo de emergencia que me brindase tranquilidad? ¿Qué pasaría si comenzara a hacer ejercicio y me volviera más activa? ¿Cómo cambiarían estas cosas nuevas en mi vida mi perspectiva sobre el futuro?

Hay tantas cosas desconocidas que es como una película de terror… Estamos al borde de nuestro asiento porque necesitamos el alivio de saber qué sucederá. Tenemos miedo de quiénes seremos y de lo que creemos que “perderemos” a medida que avanzamos en la vida persiguiendo nuestras metas.

Por ejemplo, si estoy tratando de ahorrar dinero, entonces no saldría todas las noches con mis amigas y es posible que eventualmente dejen de invitarme. Si empiezo a hacer ejercicio regularmente no podría trasnocharme viendo las noticias de las once… y si no hago eso, entonces ¿quién soy?

Sabemos que el camino hacia la consecución de cualquier objetivo nos cambiará y tememos esa transformación. Puede que no estemos preparados/as para convertirnos en la próxima versión de nosotros/as mismos/as.

“Una persona debe fijar sus objetivos lo antes posible y dedicar toda su energía y talento a alcanzarlos. Con suficiente esfuerzo, podría lograrlos. O tal vez encuentre algo que sea aún más gratificante. Pero al final, sin importar el resultado, sabrá que ha estado viva.” Walt Disney, animador y productor estadounidense.

En este artículo, analizaré cuatro razones por las que establecer metas nos da miedo.

1) Aún no hemos aprendido cómo hacerlo

Establecer metas no es una habilidad innata necesaria para nuestra supervivencia, como caminar, hablar o reconocer emociones en los demás. La destreza de establecer objetivos es como aprender a escribir a máquina o a trabajar en Excel. Nuestro cerebro debe hacer un esfuerzo inicial para crear las conexiones adecuadas.

Muchos/as de nosotros/as aprendemos el “arte y la ciencia” de fijar metas en nuestro primer trabajo serio. Si hay algún tipo de entrenamiento disponible en la empresa, suele ser grabado, bastante básico y adaptado al sistema de registro específico. O el/la jefe/a del equipo marca los objetivos para todo el mundo, y es un ejercicio de copiar y pegar.

Establecer metas es realmente emocionante porque podemos estructurar nuestros sueños y nuestra visión de futuro. A diferencia de los idiomas que tienen reglas gramaticales, no existe una forma correcta o incorrecta de establecer objetivos. Podemos utilizar palabras, imágenes y/o sonidos para articular lo que queremos lograr.

Define una meta para comenzar y observa cómo te sientes. Puedes escribirla a la forma antigua con lápiz y papel (o cincel y piedra), usar la aplicación de tu preferencia o crear un tablero de visión.

“Establecer objetivos es el primer paso para convertir lo invisible en visible.” Tony Robbins, autor y orador profesional estadounidense

2) Puede que estemos sin tribu por un tiempo

Pertenecer a una tribu (de familiares, amistades, colegas) es fundamental para nuestra salud física, mental y emocional.

En el momento en que escribimos nuestras metas para el año, formamos parte del 1-3% de la población que lo hace. Esto significa que podemos ser los/as únicos/as en nuestra tribu que anotamos objetivos.

Tal vez nos sentimos diferentes. Otros nos ven como “especiales.” Esta es una sensación incómoda que muchas personas no pueden soportar. Por esta razón, terminamos con nuestras viejas costumbres para poder mezclarnos con nuestra tribu y no ser “expulsados/as” porque somos la excepción.

Imagínate correr un maratón. Empezamos con una multitud de corredores. En un momento dado, nuestro entrenamiento se activa y comenzamos a correr más rápido. Aún no estamos con los corredores profesionales y no estamos con el grupo que empezamos. Estamos en el medio.

En ese momento podemos estar corriendo solos/as o junto a caras desconocidas. Es posible que nuestro séquito de animadores aún no haya alcanzado nuestro nuevo ritmo, por lo que no reconocemos a nadie al margen. Aún así, hay gente animándonos.

Este período intermedio es aquel en el que podemos sentirnos sin tribu. Ahora tenemos dos opciones: reducir la velocidad y alcanzar a nuestro grupo inicial o continuar nuestro progreso y formar parte de una nueva tribu.

Cualquiera de los dos caminos es completamente válido y comprensible, y podemos decidir de manera diferente en cada aspecto de nuestra vida. Queremos tomar una decisión consciente en lugar de continuar por inercia.

“Una vez que conozcas a tu tribu, comenzarás a preguntarte por qué toleras algo que no sea la energía nutritiva y de apoyo que ellos te brindan.” Desconocido

3) No lograr el objetivo

Esta es probablemente la razón más común por la que las personas no anotan sus objetivos. Una vez que algo se escribe, se vuelve oficial, como un contrato. Ahora tenemos un compromiso que cumplir.

La gente suele enmascarar este miedo con razones como “Me gusta ver lo que trae el año” o compartiendo objetivos tibios como “Lo habitual: trabajar, ir al gimnasio, tal vez viajar.”

Al escribir tus metas, ya estás logrando algo. Incluso si los resultados no son los que esperabas inicialmente, la experiencia que obtendrás en el proceso no tiene precio.

Una advertencia: cuando recuerdas metas no cumplidas de años anteriores, puedes sentir frustración, rabia, o decepción contigo mismo/a. Tal vez hay arrepentimiento. En ese momento quizás te preguntes “¿por qué escribí esto?” Sería como tener un registro permanente de tu fracaso. Esto es bastante normal y la mayoría de las personas pasan por estas emociones. Afortunadamente, éstas son temporales; es cuestión de montar la ola hasta que disminuyan. Úsalas para determinar o reafirmar lo que realmente te importa. Respira hondo, desempolva esos viejos objetivos y vuelve a intentarlo.

“Hay que tener en cuenta que la tragedia de la vida no radica en no alcanzar la meta. La tragedia radica en no tener objetivos que alcanzar.” Benjamin E. Mays, ministro bautista estadounidense

4) Lograr la meta

Anteriormente escribí cómo la gente tiene el mismo miedo (si no más) al éxito. Al igual que el miedo a no lograr la meta, alcanzar nuestro objetivo es un territorio inexplorado. No sabemos qué hay en la cima de la montaña. Es posible que nos sintamos decepcionados/as, emocionados/as o presionados/as a lograr aún más.

Mi definición favorita de éxito es la de John C. Maxwell: “el éxito es conocer tu propósito en la vida, crecer para alcanzar tu máximo potencial y sembrar semillas que beneficien a los demás.”

El proceso, el camino y el impacto que creamos son los elementos claves para nuestros objetivos. Los resultados sirven como marcadores para determinar nuestra dirección, evaluar nuestro progreso y considerar cualquier modificación necesaria para nuestro destino.

“Lo que obtienes al lograr tus metas no es tan importante como en lo que te conviertes al lograrlas.” Zig Ziglar, autor, vendedor y orador motivacional estadounidense

Una cosa más antes de irte

Establecer metas nos ayuda a priorizar nuestras actividades diarias. Nos da dirección sobre cómo queremos invertir nuestro valioso tiempo, nos permite establecer límites claros y aumenta nuestra autoconfianza cuando vemos lo que somos capaces de lograr y de llegar a ser.

Cuando tenemos objetivos específicos en la vida, podemos identificar cualquier desalineación entre nuestros valores y aspiraciones y nuestras acciones. Sin metas, no importa lo que hagamos o en qué creamos. No tenemos ningún destino en mente. Todas las rutas son buenas para quienes no van a ninguna parte.

Te invito a experimentar estableciendo un objetivo. Podría ser algo ligero, como un gran viaje o comenzar un nuevo pasatiempo. Puedes escribirlo, dibujarlo o hacer un collage… Si tienes niños en tu tribu, involúcralos en el proceso y conviértelo en un proyecto familiar divertido. Una vez que termines, observa lo que está sucediendo dentro de ti. ¿Cuáles son tus pensamientos? ¿Qué sensaciones estás sintiendo en tu cuerpo? ¿Cuál será tu primera acción?

Establecer y perseguir nuestros objetivos nos permite contribuir a este mundo antes de partir. Algunos/as de nosotros/as pondremos bloques en la base de las generaciones futuras para que no tengan que empezar de cero. Otros/as se sumarán a contribuciones anteriores y las mejorarán o enriquecerán. El tamaño del legado es irrelevante. Lo importante es interrumpir ciclos inútiles y destructivos de cualquier tipo y ser hoy un 1% mejores que ayer.

¿Qué te impide definir y perseguir tus objetivos? Por favor, déjanos saber en los comentarios.

Como coach de liderazgo, posibilito que el talento logre metas audaces con altos estándares. Mi misión es empoderar a mujeres poco representadas en la industria financiera en la transición de puestos de liderazgo de nivel medio a superior ejercitando la mente para lograr el máximo rendimiento, paz mental y mejores relaciones.

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